Composición
Cada ml de la suspensión inyectable de DENSULIN® R contiene 100 UI de insulina humana (100 % de insulina cristalina con protamina). La insulina humana es producida por tecnología de ADN recombinante, idéntica a la insulina propia del organismo. Excipientes: fenol, glicerina, agua purificada para inyectable c.s.p.
Presentación
Estuche conteniendo 1 frasco ampolla de 10 ml (100 UI de insulina humana por cada ml). Envase con 5 cartuchos de 3 ml. Los cartuchos de DENSULIN® R están diseñados para ser administrados utilizando el dispositivo DENSUPEN®, recomendado por DENVER FARMA o cualquier otro dispositivo que resulte compatible con los mismos y que permitan un seguro y efectivo funcionamiento.
Dosificación
Sobre la base de la dieta, la actividad física y al estilo de vida, el médico determina y ajusta individualmente para cada paciente el nivel de glucemia deseado, así como la dosis y los intervalos de inyección. Las dosis individuales se basan en los resultados de las determinaciones de la glucemia así como de la actividad y de la ingestión de carbohidratos prevista. El tratamiento insulínico requiere generalmente una educación y un autocontrol adecuado del paciente. El médico instruirá a los pacientes respecto de la frecuencia con que deberán realizarse las determinaciones de la glucemia y -eventualmente- los análisis de orina y también qué hacer, en caso, por ejemplo, de desviaciones del régimen de dosificación prescripto o de saltearse comidas. No existen reglas fijas para la dosificación de insulina. Sin embargo, el requerimiento diario promedio suele ser de 0,5 a 1,0 por Kg de peso corporal, 40% a 60% del cual corresponde a las necesidades basales. Al pasar de insulina animal a insulina humana, puede ser necesario reducir la dosis. También puede ser necesario un ajuste cuando se pasa de otras insulinas a esta preparación. Un monitoreo especialmente frecuente es necesario durante el cambio y las primeras semanas posteriores a éste. Un mejor control metabólico puede provocar una mayor sensibilidad a la insulina, lo que reduce las necesidades de utilizarla. También pueden requerirse ajustes de dosis en conjunción con, por ejemplo, cambios de peso o estilos de vida que puedan favorecer una mayor susceptibilidad a la hipoglucemia o hiperglucemia o una enfermedad intercurrente.