Composición
Comprimidos con 2,5, 5 o 10mg de diazepam. Excipientes cs.
Presentación
Compr. de 2,5mg x 50; compr. de 5mg x 25, 50 y 100; compr. de 10mg x 50.
Indicaciones
Manejo de los trastornos de la ansiedad o para el alivio de los síntomas de ansiedad a corto plazo. En pacientes con deprivación alcohólica aguda puede ser útil para el alivio sintomático de la agitación aguda, el temblor y alucinosis. Puede indicarse también como un coadyuvante útil para el alivio del dolor musculoesquelético debido a espasmos reflejos por patología local (inflamación de músculos o articulaciones, traumas, etc.). Puede utilizarse para combatir la espasticidad originada por enfermedades de la motoneurona superior (tales como parálisis cerebral y paraplejía), así como también en la atetosis y el "síndrome del hombre rígido". Puede indicarse como tratamiento coadyuvante de los trastornos convulsivos, pero no se ha demostrado útil como tratamiento único. Evaluar periódicamente la utilidad del diazepam en cada paciente individual en estos casos.
Dosificación
Vía oral. Individualizar la dosis y administrar la menor cantidad efectiva (en el horario más conveniente para cada paciente). Luego de 6 semanas no cabe esperar mayores mejorías, por lo que tratamientos más prolongados han de considerarse exclusivamente como terapias de mantenimiento. Durante mantenimiento prolongado, dejar intervalos regulares sin medicación para evaluar la necesidad de continuar la terapia. No interrumpir bruscamente el tratamiento. Ajustar las dosis en caso de insuficiencia renal o hepática. I) Adultos.Síntomas de ansiedad: 2 a 10mg, 2 a 4 veces al día, dependiendo de la severidad de los síntomas. Alivio sintomático en la deprivación alcohólica aguda:10mg, 3 o 4 veces durante las primeras 24 horas, reduciendo a 5mg 3 o 4 veces al día, según necesidad. Coadyuvante en terapia anticonvulsiva: 2 a 10mg, 2 a 4 veces al día. Coadyuvante para el espasmo muscular esquelético:2 a 10mg, 3 o 4 veces por día. Pacientes ancianos o en pacientes con enfermedades debilitantes:2 a 2,5mg, 1 o 2 veces por día al principio, aumentando gradualmente según tolerancia y necesidad. II) Pacientes pediátricos (mayores de 6 meses de edad):comenzar con la menor dosis posible y aumentarla gradualmente según necesidad; 1 a 2,5mg, 3 o 4 veces por día al principio, aumentando progresivamente según tolerancia y necesidad.
Contraindicaciones
Antecedentes de hipersensibilidad a las benzodiacepinas o dependencia de otras sustancias, incluido alcohol (excepto el tratamiento de las reacciones agudas de abstención). Glaucoma de ángulo estrecho, hipercapnia crónica grave y glaucoma de ángulo abierto, a menos que los pacientes estén bajo terapia apropiada. Primer trimestre de embarazo. Menores de 6 meses de edad.
Reacciones Adversas
Las más comunes son somnolencia, ataxia, fatiga y debilidad muscular (habitualmente dependen de la dosis). Otros efectos menos frecuentes son amnesia anterógrada, confusión, estreñimiento, depresión, diplopía, dificultad para articular palabras, dolor de cabeza, hipotensión, incontinencia, trastornos de la libido, náuseas, sequedad de boca o secreción salivar exagerada, erupciones cutáneas, temblor, retención urinaria, vértigo y visión borrosa. Muy raramente se presentan depresión circulatoria, variaciones en el ritmo del pulso, neutropenia, elevación de las transaminasas y de la fosfatasa alcalina, e ictericia. Realizar controles periódicos hematológicos y de función hepática durante terapias prolongadas. Se han observado cambios leves en el EEG (usualmente actividad rápida de bajo voltaje, que no tienen significado clínico) y reacciones paradójicas (excitación aguda, ansiedad, trastornos del sueño y alucinaciones; interrumpir el tratamiento si ocurrieran estos efectos).
Precauciones
No es eficaz en la terapia de pacientes psicóticos. Considerar los riesgos de la realización de actividades que requieran alerta mental completa, sobre todo conducir vehículos u operar maquinarias. Si se lo asocia con otros anticonvulsivos puede aumentar la frecuencia y/o severidad de las convulsiones de tipo grand mal(podría requerir aumento en las dosis de los otros anticonvulsivantes). La supresión brusca del diazepam puede ocasionar aumento temporario en la frecuencia y/o severidad de las convulsiones. El diazepam puede causar dependencia; este riesgo aumenta con el empleo prolongado de dosis altas y en pacientes predispuestos con antecedentes de alcoholismo, abuso de fármacos, trastornos graves de la personalidad, o trastornos psiquiátricos. Revisar periódicamente la necesidad de proseguir el tratamiento (considerar la administración prolongada sólo luego de una cuidadosa evaluación de la relación beneficio/riesgo). Reducir lentamente la posología para evitar reacciones de deprivación cuando se suspenda el tratamiento luego de la administración prolongada a dosis elevadas. En los pacientes miasténicos puede acentuarse la fatigabilidad muscular. En pacientes con depresión, el diazepam sólo actúa sobre el componente ansioso (por lo que constituye por sí mismo un tratamiento de la depresión y puede eventualmente enmascarar algunos signos de ésta). Administrar con prudencia en niños, ancianos y pacientes con insuficiencia cardiorrespiratoria, enfisema u otras afecciones pulmonares con riesgo de CO2aumentado (adaptar la posología en insuficiencia respiratoria moderada). Evitar la ingestión de alcohol durante el tratamiento. Dado que el comprimido contiene lactosa y que se han descripto casos de intolerancia a este componente en niños y adolescentes, evaluar este aspecto si aparecieran diarreas. Riesgo de farmacodependencia: para su prevención enfatizar que la toma se hará sólo bajo prescripción médica, que no se deben aumentar en absoluto las dosis prescriptas ni prolongar el tratamiento más del tiempo recomendado y que tampoco el paciente debe interrumpir bruscamente la medicación.
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