Indicaciones
Trastornos convulsivos: solo o asociado en el tratamiento en crisis convulsivas mioclónicas y aquinéticas, síndrome de Lennox-Gastaut, crisis de ausencia (petit mal) refractarias a succinimidas. En un 30% de los pacientes se ha observado una disminución de la capacidad anticonvulsiva de clonazepam los 3 meses de su administración. En estos casos el ajuste de la dosis puede restablecer su eficacia. Trastornos de angustia con o sin agorafobia (ataques de pánico) como se define en el manual DSM IV: el ataque de pánico se describe como la aparición inesperada y brusca de miedo y malestar intensos, acompañados de 4 (o más) de los siguientes síntomas: 1) palpitaciones, golpes cardíacos o elevación de la frecuencia cardíaca; 2) sudoración; 3) temblores o sacudidas; 4) sensación de asfixia o falta de aliento; 5) sensación de atragantarse; 6) dolor u opresión torácica; 7) náuseas o malestar abdominal; 8) inestabilidad, mareo o desmayo; 9) desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo); 10) miedo a perder el control; 11) miedo a morir; 12) parestesias (sensación de hormigueo o entumecimiento); 13) escalofríos o sofocos. Estos cuadros alcanzan su máxima expresión a los 10 minutos. Otros criterios diagnósticos a considerar incluyen que las crisis se han seguido durante 1 mes o más de: a) inquietud persistente ante la posibilidad de tener nuevas crisis; b) preocupación por las implicancias de las crisis o sus consecuencias (por ejemplo perder el control, tener un infarto de miocardio); c) cambio de conducta relacionado con la crisis. Además las crisis no se deben a los efectos fisiológicos directos de ninguna sustancia o enfermedad clínica y son recidivantes. El uso de clonazepam en ataques de pánico por períodos superiores a 9 semanas no ha sido sistemáticamente estudiado. El médico deberá evaluar periódicamente su efectividad en tratamientos prolongados.