Clotrimazol

 

Acción Terapéutica

Antimicótico y fungicida local.
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Propiedades

El clotrimazol es un derivado imidazólico con actividad sobre una amplia variedad de micosis dérmicas superficiales y vaginales. Su espectro incluye: dermatófitos (Trychophyton, Microsporum y Epidermophyton), levaduras (Candida) y otros hongos como Malassezia furfur (pitiriasis versicolor). Tiene como característica distintiva el hecho de no fomentar el desarrollo de resistencias.

Indicaciones

Micosis cutáneas superficiales producidas por gérmenes sensibles a la droga, tales como tiña del cuero cabelludo, tiña corporis, tiña de las uñas y candidiasis. En la forma de tabletas vaginales está indicado en el tratamiento local de la candidiasis vulvovaginal (debe confirmarse el diagnóstico por tinción local con KOH o cultivos).

Dosificación

Aplicación de cualquiera de las formas tópicas en una capa fina sobre las zonas afectadas, 2 o 3 veces al día, durante 2 a 4 semanas. En cuanto a las tabletas vaginales, la dosis recomendada es de 1 tableta diaria durante 7 días consecutivos.

Reacciones Adversas

Sólo 1,6% de las pacientes a las que se les administró clotrimazol desarrolló trastornos durante el tratamiento. Estos fueron leves y no requirieron en ningún caso la suspensión del tratamiento. Los efectos indeseados más frecuentes fueron: irritación y ardor local, rash cutáneo, calambres abdominales y aumento de la frecuencia urinaria. En raras ocasiones se formaron edemas locales.

Precauciones y Advertencias

No se ha demostrado su inocuidad durante el embarazo. Emplear medidas higiénicas complementarias para evitar las reinfecciones. Si existiera una baja respuesta al tratamiento con clotrimazol, deben repetirse los estudios microbiológicos apropiados para confirmar el diagnóstico y excluir a otros agentes patógenos.

Contraindicaciones

Hipersensibilidad al clotrimazol o a otros antimicóticos imidazólicos.

Riesgo en el embarazo

Existen efectos secundarios en fetos de animales de experimentación. No hay hasta el momento estudios adecuados en los seres humanos, por lo que se desconocen los riesgos de su utilización en mujeres embarazadas. La terapia medicamentosa sólo es válida cuando el problema de salud indica sin lugar a dudas, la necesidad de su empleo.
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