Pentamidina

Antiprotozoo.

Es un derivado aromático de diamidina, relacionado con la hidroxiestilbamidina. Su mecanismo de acción no está claramente definido, puede interferir con la incorporación de nucleótidos y de ácidos nucleicos del RNA y DNA al impedir la fosforilación oxidativa lo que ocasiona la inhibición de la biosíntesis de DNA, RNA, fosfolípidos y proteínas; también puede interferir con la transformación de folato. Se absorbe muy poco en el tracto gastrointestinal, por lo que se debe administrar por vía parenteral. No atraviesa la barrera hematoencefálica y se une con rapidez a los tejidos después de la administración. Se excreta por vía renal y los pacientes pueden continuar excretando cantidades decrecientes en orina durante 8 semanas después de suspender el tratamiento.

Neumonía por Pneumocystis carinii (sobre todo en pacientes con sida).

Adultos: vía IM o infusión IV, 4mg/kg una vez al día durante 14 días o más en pacientes con sida. La dosis pediátrica es la misma que para adultos.

Ansiedad, escalofríos, sudoración fría, cefaleas, náuseas, visión borrosa, confusión, mareos, somnolencia, anorexia, alucinaciones, hemorragias o hematomas no habituales, agitación.

Es importante recibir la medicación durante un ciclo completo de tratamiento y según una pauta de dosificación regular. Puede producirse hipotensión severa, un sabor metálico desagradable y un aliento con olor similar al de las frutas.

El uso simultáneo con medicamentos nefrotóxicos puede aumentar el potencial de nefrotoxicidad, lo que requiere pruebas de función renal, reducciones de la dosificación o ajustes de los intervalos de ésta.

La relación riesgo-beneficio debe evaluarse en presencia de anemia, antecedentes de trastornos hemorrágicos, enfermedad cardíaca, diabetes mellitus, hipoglucemia, disfunción hepática, hipotensión y disfunción renal.